miércoles, 28 de junio de 2017

ARA MALIKIAN, EL HAMELÍN DEL VIOLÍN. 25 DE JUNIO. FESTIVAL CULTURA INQUIETA. GETAFE






CRÓNICA ( DAVID GÓMEZ PIZARRO)

Hay personas con don de gentes y gente con un don, en este caso el ya habitual en Cultura Inquieta Ara Malikian cuenta con ambas cualidades en su persona. Ara es una persona muy carismática,  con una clase y versatilidad artística increíble, por eso su conjunción de poderes que hipnotizan al público más incrédulo. La llegada al Poliderportivo de San Isidro hacía presagiar lo que luego se confirmó, aforo completo para ver al libanés y su banda. La lluvia es una preciosa amenaza  para el campo y los tiempos de sequía, pero un peligroso aliado para un festival al aire libre, respeto absoluto por parte de la  amenazadora madre Gea a este respecto, siendo ella conocedora de la importancia de Cultura Inquieta para remover las mentes y así poder tratar con un delicado tacto nuestro entorno. Llovió 10 minutos en los que se paró el concierto por el riesgo que conlleva  e inmediatamente empezó la descarga otra vez, no de agua si no de bella y embelesadora música.

     Empezó la música de la mejor manera con un corte de 18 minutos llenos de belleza en los que había cabida para tres temas, una versión del gran Jimmy Hendrix un extracto del Requiem de Mozart y un tema del propio Ara, impresionante. Entre canción y canción los ya conocidos monólogos de Ara que hacen que las delicias del respetable. El segundo tema una divertida Danza Armenia seguida de inmediato por una canción titulada con Con Mucha Nata inspirada en sus inicios como músico y sobre todo dedicada a su primer violín. El cuarto corte llamado Boken Eggs fue el último antes de la llamada de atención de la lluvia, que hizo que el recital parara unos instantes. El regreso fue precioso con una pieza de paganini llamada Campanella, una autentica obra de arte hecha por y para el violín. Después de una disparatada historia de un castor, Irlanda, Galicia y crustáceo cirrípedo empezó la Danza del Perbebe. Llegan momento especiales y esos son cuando suceden cosas que no te esperas y te encogen el alma, llego Life on Mars una versión de David Bowie interpretada por a las cuerdas que resultó desgarradora. A continuación un tema dedicado a su lugar de nacimiento de cuyo nombre no puedo acordarme... me resultó complicado quedarme con el título debido al idioma, pero sonó enorme, quijotesco. Anteriormente hablábamos de Bowie, llegó el turno de Led Zeppelin con Kashmir y de la canción popular griega Misirlou que tanta fama dio Quentin Tarantino con su obra Pulp Fiction. Requiem para un loco fue su manera de demostrar que es un auténtico genio a todos los niveles, tanto ejecución como interpretación. Un pieza de muchos quilates es 1915, una canción dedicada al genocidio que sufrió el pueblo armenio, que realizo hace dos años cuando se cumplían 100 de tan catastrófica fecha, hizo que hubiera un silencio absoluto y merecido, una canción emotiva y con un gusto exquisito. Un extracto del tema el Vuelo del Moscardón de Nicolai Rimsky Korsakov y para finalizar una pieza de Bach que hizo que los pies volvieran a pisar suelo firme. Ara Malikian es un genio, es un placer poder paladear semejante  clase y belleza. Gracias Ara, gracias Cultura Inquieta y gracias Madre Tierra, por ser, por estar y por aguantar.

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